Ábranse de los cielos y llueva dicha pues la diosa que muchos honran y pocos tienen ha aparecido, y caminantes del mundo la buscan por doquier, pero pocos conocen que tal búsqueda es fútil porque como dama caprichos a la dama de la suerte con un caballero o dama no se amaña.
Quien como loco la busca poco hace, porque el secreto de la suerte y de los suertudos es que ellos mismos se hacen su suerte y ella celosa por la falta de atención busca la misma con favores no pedidos para vanagloriarse por sus éxitos.
Quien busca a la suerte no la encuentra, quien hace suerte el mundo la alinea a aparecer.
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